Proteína animal vs Proteína vegetal. ¿Qué diferencias existen entre unas y otras?
Es de público conocimiento que una alimentación balanceada y saludable debe tener una ingesta adecuada de proteínas, que pueden ser de origen animal y/o vegetal. Teniendo en cuenta que cada tipo aporta beneficios diferentes, sería interesante nutricionalmente hablando incluirlas a ambas en combinación con carbohidratos provenientes de frutas, verduras y cereales además de grasas saludables.
La calidad de la proteína viene dada en función de la presencia de aminoácidos esenciales y su capacidad para absorberse. Esto también se denomina valor biológico. La diferencia más significativa entre ambas de clases proteínas es que las de origen animal presentan un alto valor biológico, al contrario que la mayoría de las proteínas de origen vegetal. Si hablamos de la concentración proteica, es superior en las proteínas de origen animal frente a las de origen vegetal. Tampoco hay que olvidar que el coste medioambiental es mucho más elevado en la producción de alimentos proteicos de origen animal que los de origen vegetal.
No obstante, un consumo excesivo de proteína animal puede resultar perjudicial para la salud. Los alimentos de origen animal “presentan mayor cantidad de grasa saturada y colesterol perjudicial para la salud cardiovascular -a excepción del pescado azul.
Estos son algunos consejos para un consumo adecuado y equilibrado:
- Proteínas de origen animal: disminuir las raciones, controlar el tamaño de las porciones semanales y adecuarlas a las cantidades que se necesitan según edad, sexo y requerimientos nutricionales particulares.
- Proteínas de origen vegetal: consumir conjuntamente las legumbres y los cereales para conseguir una suplementación proteica y, de este modo, obtener proteínas de mayor calidad.
Lo más importante es llevar una dieta sana y equilibrada, combinando alimentos de los distintos grupos y variando a su vez los de un grupo determinado. De esta forma, se asegura la obtención de todos los nutrientes necesarios para realizar las distintas funciones del organismo sin excedernos.