¿Vacaciones estresantes? Evitá la ansiedad laboral con estos consejos
Las tareas que hemos dejado pendientes, los mails que no paran de llegar y la sensación de que el trabajo se va acumulando mientras estamos lejos: a veces, cuesta desconectarse del todo y para muchos relajarse se vuelve una misión imposible. ¿Qué pasa cuando las vacaciones se convierten en un motivo de estrés? Hay una serie de recomendaciones y consejos que podemos poner en práctica para evitar que la ansiedad laboral arruine nuestro ansiado tiempo de descanso.
Las vacaciones son fundamentales para la salud física y mental, pero hay trabajadores que llegan a posponerlas con tal de no enfrentarse a la temida angustia por el regreso a la rutina. Paradójicamente, a veces tomarse un tiempo libre puede resultar estresante, sobre todo en puestos con mucha responsabilidad. También influye la cultura laboral de la empresa en la que trabajamos y la personalidad de cada trabajador.
Entre los consejos para poder disfrutar de las vacaciones, uno de los más importantes es anticiparse y dejar preparado todo aquello que será útil al momento de reincorporarse. Para reducir al máximo las tareas pendientes es fundamental realizar un listado ordenado según un nivel de prioridad, y también comunicar con anticipación la fecha de salida a nuestros compañeros. Así podremos organizar reuniones con tiempo y evitar pedidos de último momento.
Cuando comiencen tus vacaciones, tratá en la medida de lo posible de desactivar las notificaciones de tu teléfono y usá filtros en tu correo electrónico para evitar sentirte abrumado con las comunicaciones del trabajo. Pensá siempre que es tu momento de descanso y evitá sentirte culpable: tené siempre presente que merecés relajarte y disfrutar de tu tiempo libre. Además, los escenarios pesimistas que siempre nos imaginamos ante nuestra ausencia nunca sucederán: ¡sólo están en la imaginación!
Muchas personas acostumbradas a las jornadas laborales extensas llegan a un punto en el que no saben qué hacer con su tiempo libre y, ante esa incertidumbre, prefieren refugiarse en el trabajo. Evitar este tipo de comportamiento requiere que te des tus espacios de autoreflexión: pensá en qué actividades te divierten y te relajan, y si lo necesitás, realizá un plan de actividades para mantener tu mente alejada de las cuestiones del trabajo.
Para cuidar nuestra autoestima es necesario dejar de asociar el descanso con la falta de productividad. Es sólo gracias a unas buenas vacaciones que podremos recargar las energías necesarias para encarar el resto del año laboral con entusiasmo y motivación, y así cumplir con todos los objetivos y desafíos que tenemos por delante.